EL ARTE DE LOS DIOSES

LAS FIESTAS SACRAS

El sacrificio humano constituía un elemento fundamental entre varias tribus, las cuales veían esta forma de pensamiento mítico para poder adorar a un dios determinado.

Otro ejemplo claro como fiesta indígena se le da al ceremonial dedicado al Dios Camaxtle (Dios de la fecundidad) el cual pertenecía a la mitologia mexicana. También le rendían culto a los procesos de la agricultura, explícitamente al maíz, claro esta que también se encaminaron a rituales militares y religiosos.

La cultura mesoamericana elaboró un calendario donde señalaban los días destinados al culto y exaltación de dioses.
El calendario ritual comprendía 13 meses de 20 días "Además, los mayas tenían un calendario muy exacto. Medían el tiempo de tres formas distintas:

No se conocía fiesta que no tuviera el tema de la muerte ritual, que se enmarcaba con una serie de cantos y bailes.

Existieron también las fiestas de la cultura inca, las cuales eran dedicadas al dios sol, y asi reconocerlo como creador del universo. En estas fiestas predominaba mucho la música, tenían grandes trompetas, bocinas, caracoles grandes y flautillas, principalmente las fiestas terminaban con una danza en general. En esta cultura casi no era permitido los sacrificios humanos como en la cultura azteca, pero cuando era necesario la sangre, se remplazaba por sangre animal como la de la llama.

LOS TEMPLOS

Los templos fueron diseñados especialmente para el sistema religioso como sitio de contacto con los dioses, eran ubicados estratégicamente en sitios de mayor relieve del trazado urbano.

Con la aparición de los templos, obviamente surge con el auge de la casta sacerdotal, los españoles hablan de un "cu" cuando se refiere al templo azteca, "cu" entre los indios es un templo, fortaleza, pirámide y laberinto donde todo se encontraba.

En este sitio era destinado para los cultos y las pirámides truncadas eran para los sacrificios humanos y recibían el nombre de teocallis.

También eran usados como sedes musicales, allí se trasmitía el saber de este arte de una generación a la siguiente, le señalaban a la población la hora del día.

Utilizaban un artensón de metal que emitía el sonido parecido a una campana la cual se tocaba 4 veces al día para algunas horas canónicas, marcaban el atardecer el anochecer y el amanecer.